Entendiendo la economía del bien común

¿Has escuchado algo sobre la economía del bien común y vienes a ver de qué va esta historia. Bien.

Si pensabas que la economía era solo para eruditos con gafas y calculadoras, déjanos sorprenderte. Hoy nos adentraremos en un terreno económico más amigable, menos convencional y, ¿por qué no decirlo?, ¡incluso más divertido! Sí, sí, has leído bien: economía y diversión en la misma frase. ¿Quién lo iba a decir?

Prepárate porque estamos a punto de embarcarnos en una aventura económica que va a darle la vuelta a lo que puedas pensar de ella. Vamos a explorar cómo este nuevo modelo económico se está deslizando sigilosamente en la corriente principal, impulsado por el deseo de una sociedad más justa y sostenible.

¿Qué es la economía del bien común?

Bueno, déjanos explicarte como si estuviéramos en un bar tomando una cerveza. A ver, la Economía del Bien Común (EBC) es como si de repente, todas las empresas y organizaciones se convirtieran en los mejores amigos de la sociedad y del planeta. ¡Imagínatelo! Pero no, no es ciencia ficción, es una teoría económica real y está cogiendo fuerza.

Definición y características

Definir la Economía del Bien Común es como intentar describir el sabor de tu pizza favorita a alguien que nunca la ha probado. Pero vamos a intentarlo: es un modelo económico alternativo que cambia las reglas del juego. En lugar de priorizar el beneficio a corto plazo y el egoísmo corporativo, se centra en el bienestar de la sociedad y el medio ambiente.

Se trata de una economía que valora a las empresas por su contribución al bien común. Y por bien común, no nos referimos a una puntuación en un videojuego, sino a valores como la justicia social, la sostenibilidad ecológica, la cooperación y la solidaridad. 

Y ahora, ¿cuáles son las características de este super modelo económico?

Primero, tiene un enfoque ético. En lugar de la típica carrera de ratas por ganar más y más, la EBC mide el éxito en función de cuánto se contribuye al bienestar común.

Segundo, la EBC valora la diversidad. Al igual que en una banda de rock, donde cada miembro aporta algo único, la EBC valora las diferentes formas en las que las empresas pueden contribuir a la sociedad.

Por último, pero no menos importante, la EBC tiene como objetivo una economía sostenible. Al igual que una dieta equilibrada, se trata de asegurarse de que las empresas no consuman más de lo que el planeta puede proporcionar. Porque, seamos realistas, no podemos pedirle prestado a la Tierra indefinidamente, ¿verdad?

Así que ahí lo tienes, la Economía del Bien Común en un abrir y cerrar de ojos. 

Historia y propósito de la economía del bien común

Para entender cualquier película de superhéroes, siempre tienes que conocer la historia de origen, ¿verdad? ¡Pues la Economía del Bien Común no es diferente!

¿Cómo surge la economía del bien común?

La Economía del Bien Común no nació de un experimento de laboratorio fallido ni de un meteorito procedente del espacio. No es tan dramático.

En realidad, nació de algo muy humano: la frustración. Frustración con un sistema económico que parecía preocuparse más por los números que por las personas o el planeta.

La EBC es como un superhéroe que surgió de la frustración de la sociedad y de las empresas que querían hacer las cosas de una manera diferente. Y cuando decimos diferente, nos referimos a una forma que beneficiara a todo el grupo social, no solo a los que tienen capas de oro.

La frustración convirtiéndose en motor de cambio

Ahora, ¿quién fue la mente brillante detrás de todo esto? Bueno, no fue un hombre murciélago multimillonario, te lo aseguro.

¿Quién propone y promueve la economía del bien común?

El cerebro detrás de la Economía del Bien Común es un señor llamado Christian Felber, un académico austríaco.

Felber propuso la EBC en 2010 como una alternativa al capitalismo y al comunismo. Pero no te equivoques, no estaba solo en esto. La Economía del Bien Común es promovida por una amplia asociación de personas y organizaciones que creen en su causa, una especie de Liga de la Justicia de la economía, pero sin capas ni superpoderes.

La EBC no es solo un ideal de Felber. Es un movimiento respaldado por personas que creen que la economía puede y debe desempeñar un papel en la promoción de la ética y la sostenibilidad. Al final, ¿no es eso lo que todos queremos? Una economía que nos trate como personas, no como meras cifras en una hoja de cálculo.

Así que ahí lo tienes: la historia de origen de la Economía del Bien Común. No se necesitó ninguna radiación gamma ni ninguna picadura de araña, solo personas con ganas de hacer el bien.

Principios y objetivos de la economía del bien común

Ahora que sabemos de dónde viene la Economía del Bien Común (EBC), veamos qué es lo que realmente representa. No, no vuela alrededor del mundo en mallas ajustadas, ni tiene la capacidad de levantar coches con una sola mano. En cambio, la EBC se rige por principios y objetivos mucho más prácticos y reales.

Principios fundamentales

Los principios de la EBC son como las reglas de Fight Club, excepto que puedes y debes hablar sobre ellos, ¡y mucho!

La EBC tiene 5 valores fundamentales

  • Dignidad humana
  • Solidaridad y justicia social
  • Sostenibilidad ambiental
  • Transparencia 
  • Y participación democrática

La dignidad humana significa respeto por todos, independientemente de su estatus en la sociedad. 

Solidaridad y justicia social implican compartir y cuidar a los demás, en lugar de solo buscar el beneficio propio. 

La sostenibilidad ambiental se trata de cuidar del planeta y dejarlo en buenas condiciones para las próximas generaciones. 

La transparencia significa no tener nada que esconder, y la participación democrática implica dar voz a todos, no solo a los que tienen más poder o dinero. 

Sí, la EBC es muy social, ¿verdad?

¿Qué objetivo tiene la economía del bien común?

Ahora, ¿cuál es el objetivo de todo esto? ¿El bien público? ¿La comunidad? ¿Una estatua de oro de Christian Felber? No, no, nada de eso.

El objetivo de la EBC es construir una economía que beneficie a todos, no solo a los ricos y poderosos. Quiere promover un sistema donde las empresas sean recompensadas por hacer el bien y actuar de manera ética, en lugar de solo buscar el beneficio a toda costa.

En resumen, la EBC busca un mundo en el que los valores humanos y la sostenibilidad se coloquen por encima de los intereses económicos a corto plazo. 

Ventajas y desventajas de la economía del bien común

Es hora de hablar de las luces y sombras de la EBC, porque sí, como todo buen superhéroe, también tiene sus momentos de vulnerabilidad (¡Hola, kriptonita!).

Las ventajas: muy bien, muy bonito

La EBC tiene más ventajas que una navaja suiza.

Para empezar, promueve una economía más justa y equitativa, lo que significa que los ricos no se quedan con toda la tarta mientras al resto nos lanzan las migajas. 

Además, al centrarse en la sostenibilidad, la EBC ayuda a proteger nuestro planeta, lo cual es una gran ventaja si te gusta, ya sabes, seguir viviendo.

Otra ventaja es que la EBC alienta a las empresas a ser más éticas y transparentes. Eso significa que no más prácticas comerciales sombrías, no más contaminar el medio ambiente para hacer un rápido beneficio, no más pagar salarios de pobreza mientras los CEOs se llevan millones.

Por último, pero no menos importante, la EBC pone a las personas y los valores en el centro de la economía, lo que suena bastante bien si nos preguntas.

Las desventajas: no todo lo que reluce es oro

No obstante, incluso la EBC tiene sus desventajas.

La principal crítica es que es idealista, casi utópica. Muchos argumentan que en un mundo perfecto, todos seguiríamos los principios de la EBC, pero este es un mundo lleno de Taylor Swifts con sus jets, fast food y reality shows de TV.

Además, implementar la EBC puede ser un desafío, especialmente en un mundo donde los intereses económicos a corto plazo a menudo prevalecen sobre los valores humanos y la sostenibilidad. En otras palabras, cambiar el sistema no es como cambiar de marca de champú.

Finalmente, hay quien argumenta que la EBC puede ser restrictiva para las empresas, especialmente aquellas que buscan maximizar sus beneficios. Pero, de nuevo, ¿no es esa la idea?

La economía del bien común y la sostenibilidad

Ponte el cinturón de seguridad, porque vamos a adentrarnos en el fascinante mundo de la economía del bien común (EBC) y su papel en la sostenibilidad. ¿Todo listo?

El matrimonio perfecto: EBC y sostenibilidad

La EBC y la sostenibilidad son como la mantequilla de cacahuete y la mermelada, como Batman y Robin, como, bueno, ya captas la idea…

La sostenibilidad es uno de los pilares fundamentales de la EBC. ¿Por qué? Porque la EBC no es egoísta. Se preocupa por las generaciones futuras y quiere que disfruten del mismo planeta hermoso que nosotros.

La EBC promueve la gestión responsable de los recursos naturales, lo que significa que no nos los vamos a devorar como si fuéramos una banda de zombis hambrientos. En su lugar, debemos utilizar nuestros recursos de manera inteligente y cuidadosa.

Entonces, ¿cómo contribuye exactamente la EBC a la sostenibilidad? Bueno, para empezar, alienta a las empresas a considerar el impacto medioambiental de sus decisiones. En la EBC, el verde no es solo el color del dinero, sino también el color de nuestras prácticas empresariales.

Como hemos dicho, la EBC prioriza el bienestar humano y del planeta por encima de los beneficios. 

Economía del bien común. Personas caminando en plano picado.



Conclusión: ¿Es la Economía del bien común el futuro?

¡Felicidades! Has llegado al final de esta odisea económica. Pero antes de despedirnos, tenemos una última reflexión que hacer: ¿Es la economía del bien común (EBC) el futuro?

Bueno, antes de que empieces a sacar tus bolas de cristal, queremos decirte que no necesitas ser vidente para saber que la EBC tiene un papel crucial en el futuro de nuestra economía. 

Imagínate un mundo donde la economía no solo trata de quién tiene el montón de billetes más grande, sino de cómo podemos mejorar la vida de todos, ¡eso es la EBC!

Este modelo económico centrado en las personas y el planeta ha demostrado que el éxito económico y la sostenibilidad pueden coexistir. No se trata de crecer hasta que agotemos nuestros recursos, sino de crecer de manera consciente y cuidadosa. Y eso suena como un futuro bastante brillante.

Pero antes de que nos pongamos demasiado cómodos en esta utopía de la EBC, es importante recordar que el cambio requiere acción. Así que ahora te toca a ti. La próxima vez que estés frente a una decisión económica, ya sea grande o pequeña, pregúntate: ¿Esta decisión contribuye al bien común? ¿Está en línea con los valores de la EBC?

En estos instantes puedes aprender más sobre la Economía del Bien Común con el libro de Christian Felber o conocer algunas marcas que la están promoviendo en nuestra newsletter

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