¿Te has fijado en que cada vez más plásticos dicen ser biodegradables o compostables?
Da la sensación de que todos los problemas están resueltos al cambiar el plástico convencional por el biodegradable o compostable. Ya podemos vivir tranquilos y seguir usando y tirando cosas como si no hubiera un mañana.
Nada más lejos de la realidad.
No solucionamos nada con esto y si sigues leyendo te contamos por qué.
¿Qué es plástico biodegradable y compostable?
Antes de nada, vamos a aclarar conceptos, que ni siempre se diferencian, ni se tienen claros. Nos han explicado las cosas fatal y lo sabes.
Empecemos por el concepto de biodegradable, que hace referencia a plásticos (o productos) que se descomponen en elementos químicos naturales por la acción de agentes biológicos. Son considerados agentes biológicos el sol, el agua, las bacterias, las plantas o los animales. No hay intervención humana.
El origen de estos plásticos puede ser petroquímico, y se le añaden compuestos para que se degraden, o pueden ser de origen vegetal.
Otro de los plásticos que cada vez se ve más es el compostable. Éste hace referencia a plásticos que pueden compostarse junto con los residuos orgánicos.
En este caso, para que un material sea considerado compostable, ha de degradarse en un periodo de tiempo determinado y bajo ciertas condiciones. Aquí sí que hay intervención humana.
Y estos dos términos, se confunden fácilmente con los bioplásticos, que pueden estar o no relacionados.
Los bioplásticos tienen un origen renovable. Es decir, provienen de material orgánico renovable, como por ejemplo, el almidón de maíz o la caña de azúcar. Esto no significa que sean biodegradables o compostables, aunque pueden serlo.
Una vez que tenemos los conceptos un poquito más claros, vamos a ver qué hay de bueno y menos bueno en estos plásticos.
Biodegradable, compostable o bioplástico no arregla ningún problema
Si insistimos en esto es porque vemos a la gente muy tranquila pensando que con un plástico de estas características está haciendo algo bueno por el medio ambiente.
«Oh, es biodegradable, no pasa nada, incluso puedo tirarlo en la naturaleza y se degrada»
¡NO! Mal, fatal. El plástico de usar y tirar es mal.
Verás, pasa una movida con estos plásticos y es que:
- El plástico biodegradable normalmente necesita unas condiciones muy específicas para descomponerse. No es «Lo dejo ahí y que pase lo que tenga que pasar». Para nada, las condiciones necesarias normalmente se dan en plantas de compostaje industriales, que cuenta la leyenda que existen aunque no las conozcamos.
- Un poco similar pasa con el plástico compostable, que si termina en un vertedero, no se va a compostar. Así que el resultado es la misma basura de siempre.
- En el caso que estos plásticos se degraden de forma natural, lo hacen convirtiéndose en plásticos más pequeños cada vez, que terminan siendo los famosos microplásticos. Esa maravilla que se está por todo el océano y en el interior de peces y aves. Una fiesta plástica mundial, ¿cómo no querer unirse?
- Al usar este tipo de plásticos (incluídos bioplásticos), no se disminuye la cantidad que hay producir, por lo que seguimos teniendo un impacto ambiental estúpido por seguir utilizando cosas de usar y tirar.
¿Y entonces?
Cúal es la solución
Si en este momento estás diciendo «Shit! ¿Ahora que hago?», relájate porque es muy sencillo frenar esta basura.
Olvídate del plástico de usar y tirar. Tan fácil como eso.
El plástico no es el diablo, ¡que va! Es un material muy útil y hecho para durar.
El problema es que lo usamos mal, fatal. Una cosa que a priori se pensó para utilizar una y otra vez, la hemos convertido en productos desechables. Como encima es barato…
Pero si pagásemos el coste ambiental que realmente tiene, nos daríamos cuenta de que de barato no tiene nada de nada.
Por eso, pasa de productos plásticos biodegradables, compostables y toda esta historia. Olvídate de los productos de usar y tirar y pásate a los reutilizables.
Y con esto le habrás hecho un favor a la humanidad enorme.